1-¿En qué consiste el enfoque por competencias?
El enfoque por competencias es una
propuesta promovida desde los organismos educativos de la Unión Europea, que
busca dar una respuesta a los constantes cambios sociales que se dan en la
sociedad actual. Éste enfoque surge a principios de siglo XIX como estrategia
de “aprendizaje permanente a lo largo de toda la vida” que será fundamental
para la competitividad, el empleo, la inclusión social, la ciudadanía activa y
el desarrollo personal (Molina y Antolín, 2008).
Según Lleixà (2007) el término
competencia básica se refiere a todo aquello que los jóvenes deben de adquirir
a lo largo de su proceso de formación, para que contribuya a su realización
personal, su desenvoltura en el mundo actual y para poder realizar un empleo
que sea beneficioso para la sociedad.
Las competencias propuestas desde la
OCDE, fueron publicadas en el Diario Oficial de la Unión Europea, en 2006, en
un texto denominado Competencias clave
para el aprendizaje permanente, que trata de especificar con más detalle,
esas orientaciones y estrategias de aprendizaje que se habían estado impulsando
en los últimos años y que no acababan de plasmarse en algo concreto. A
continuación, podemos observar una tabla en la que se muestran esas
competencias propuestas por la UE y cómo se han plasmado en nuestro sistema
educativo:
(Blázquez
y Sebastiani, 2009)
Como se observa en la tabla, en total se
han identificado en nuestro contexto educativo, ocho competencias básicas que
deberán ser tratadas desde el currículum oficial de la Educación Primaria y de
la ESO. Es la Ley Orgánica de la Educación (LOE), de 2006, el lugar en donde se
recogen las nuevas recomendaciones propuestas por los organismos europeos de
educación, y en donde se establece que las competencias básicas pasen a ser un
nuevo componente del currículum oficial. A su vez, la LOE especifica que cada
una de las materias escolares debe contribuir al desarrollo y adquisición de
las competencias, destacando cuáles pueden ser tratadas de forma más concreta
por cada materia.
Para Molina y Antolín (2008) las
competencias básicas son algo más que un conjunto de capacidades o habilidades
para utilizar el conocimiento ante las demandas y situaciones concretas
llevando a cabo tareas diversas de forma adecuada. Estos autores señalan que
las competencias básicas son combinación integrada de conocimientos,
habilidades y actividades conducentes a un desempeño adecuado y oportuno en
diversos contextos. De ahí que lo importante en esta forma nueva de aprendizaje
no sea tanto la posesión de conocimientos sino cómo se aplican éstos.
En definitiva, el enfoque por
competencias busca desarrollar de forma integral a ciudadanos de cara a que
puedan incorporarse y contribuir a la sociedad europea a la que pertenecen.
Aplicado en el contexto educativo, las competencias abren una nueva posibilidad
para realizar un cambio educativo de carácter multidisciplinar, ya que son
todas las materias las que deberán de coordinarse de forma transversal e
interdisciplinar, con tal de lograr que el alumno a lo largo de su proceso
educativo logre adquirir las ocho competencias que se han establecido como
objetivo. Por último, recomiendo que si queréis profundizar en
el tema de las competencias básicas, le echéis un vistazo al detallado
monográfico ¿Qué significa ser competente? De la revista Cuadernos de Pedagogía.
2-Señala
aspectos concretos en los cuales puede contribuir la Educación física a la
adquisición y desarrollo de las competencias básicas.
Los documentos oficiales como la LOE y
los Decretos de enseñanzas mínimas de Educación Primaria y ESO incluyen
apartados específicos dedicados a la descripción de la contribución que puede
realizar la Educación Física (EF) al desarrollo de las competencias básicas.
Desde la EF, únicamente se señala que ésta contribuye directamente a dos de las
ocho las competencias; la competencia en el conocimiento y la interacción con
el mundo físico, y la competencia social y ciudadana. A pesar de esto, considero
que tal y como han señalado numerosos autores como Molina y Antolín (2008),
Vaca (2008), Lleixà (2007), y García Cortés (2010), la EF nos brinda la
oportunidad de desarrollar la totalidad de las competencias. A continuación,
que tipo de actividades propias de la EF pueden contribuir a cada una de las
competencias:
-Competencia
en el conocimiento y la interacción con el mundo físico:
la EF contribuiría especialmente a desarrollar esta competencia al experimentar
una serie de vivencias que permiten al ser humano entrar en contacto directo
con el mundo físico que le rodea. A través del propio cuerpo, el alumno puede
interactuar con el espacio de trabajo/juego, los objetos que forman parte de él
y los compañeros que están participando en la actividad. Un mayor conocimiento
del propio cuerpo dotará al alumno de un mayor abanico de posibilidades para
establecer contacto con el mundo que le rodea. Además de esto, la EF puede
contribuir al conocimiento del entorno en los distintos planos y en distintos
contextos –medio urbano, medio natural-, distintas condiciones climatológicas –lluvia,
nieve, calor, frío, etc.-. También el alumno podría mejorar su conocimiento de
entornos menos habituales como podría ser el medio acuático.
Según Vaca (2008) la EF contribuye a
aceptar las posibilidades y limitaciones físicas, pudiendo ir mejorando las
capacidades del alumno siempre dentro del límite natural de la especie. También
este autor apunta a que desde la EF se pueden trabar un pensamiento crítico que
permita a los adolescentes enfrentarse a la serie de mensajes informativos y publicitarios
que tan habituales son en la sociedad de hoy en día.
-Competencia
social y ciudadana: la EF permite la
puesta en práctica de una infinitud de situaciones que permiten al alumno
establecer una serie de contactos con el resto de compañeros. En éstas se puede
trabajar especialmente valores como la integración, el respeto, el
compañerismo, la cooperación, el trabajo en equipo, la empatía, la igualdad,
etc. Estos valores podrán ser aplicados posteriormente fuera del contexto
escolar, fomentándose por tanto, una convivencia democrática. Otro aspecto que
contribuye a esta competencia, es el establecimiento de una serie de normas o
reglas durante las actividades o juegos. Su trabajo permitirá a que luego el
alumno pueda tener una mayor facilidad para adaptarse a las normas que rigen y
determinan su contexto social. A su vez, se ha demostrado que las múltiples
situaciones de conflicto que se dan en las actividades físicas grupales y su
resolución a través de distintas estrategias, permitirán que el alumno se sepa
enfrentar y solucionar de forma positiva otras situaciones que se den fuera del
entorno educativo.
-Competencia
cultural y artística: a esta
competencia puede contribuir de forma única la EF. De hecho, para Arnold
(1991), la estética es uno de los elementos que otorgan a la EF –o movimiento
como prefiere el autor- un valor intrínseco que justifica su inclusión por sí
misma en el currículum. El deporte y la actividad física es una de las
manifestaciones culturales más características de una sociedad. Desde que los
griegos le diesen un sentido estético y saludable a la actividad física, ésta
ha tenido una considerable evolución a lo largo de la historia, hasta
convertirse en un fenómeno de masas como es actualmente y una de las señas de
identidad del hombre moderno. El deporte permite compartir a su vez la riqueza
de diversidad cultural de las distintas sociedades en eventos como los JJOO,
que pueden servir para acercar distancias entre las distintas culturas y
fomentar el respeto hacia las mismas. Además, los deportes y la actividad
física, ofrecen la oportunidad de que los movimientos tengan una parte estética
que hace que se les pueda considerar artísticos, fomentando la creatividad y la
imaginación del ser humano para explorar las posibilidades de movimiento del
cuerpo. En ese sentido, la danza, las actividades expresivas, los juegos
tradicionales, etc., permiten la expresión de sentimientos a través del
lenguaje corporal y la conservación de la cultura propia.
-Autonomía
e iniciativa personal: la EF permite al
alumno enfrentarse a situaciones desconocidas o adversas –pero que sean
alcanzables- que le obliguen a mantener una actitud positiva y de perseverancia
para poder superarlas. Una vez que el alumno vaya logrando estos objetivos, irá
aumentando su sentimiento de competencia, de autoestima y mejorando la
autoconfianza, lo que le ayudará a tener una mayor iniciativa y decisión, a la
vez que el alumno será cada vez más autónomo. Otra serie de adquisiciones a
partir del trabajo de la EF, van en la dirección de una participación activa y
el ser responsable de los proyectos tanto propios como colectivos que requerirán
de una serie de iniciativas personales.
García Cortés (2010) indica que desde la
EF, se puede fomentar la autonomía e iniciativa personal proponiendo
actividades en las cuales el alumno sea el protagonista y el que sea el que
tenga que establecer la organización individual o colectiva de jornadas, juegos
o actividades físicas concretas.
-Competencia
en comunicación lingüística: Molina y Antolín
(2008), señalan que la EF ofrece la posibilidad de una gran variedad de
intercambios comunicativos en las distintas situaciones motrices, a la vez que
cuenta con un vocabulario específico. En ese sentido hablar, escuchar,
dialogar, discutir, opinar, etc., son comunes y necesarias en las distintas
actividades. Por ejemplo, es necesaria la comunicación lingüística para saber
dar correctamente el feedback a un compañero y así poder ayudarlo. Otro claro
ejemplo sería la necesidad de fomentar la comunicación entre los distintos
miembros de un equipo para aumentar las posibilidades de éxito.
El vocabulario propio del deporte –gol,
triple, ensayo, jaque-mate, sprint, viraje, blocaje, etc.- contribuirá al
aumento del acervo léxico del alumno, dotándole de una mayor riqueza
lingüística. A su vez, se puede trabajar la competencia comunicativa a través
de la realización de un diario de clase o trabajando mediante el uso de blogs,
lugares en los cuales el alumno puede reflexionar sobre el trabajo realizado y
recordar sesiones pasadas. El uso de blogs pretermitirá también un diálogo
entre compañeros que mejorará la comunicación lingüística de cada uno de ellos.
-Tratamiento
de la información y competencia digital: el
uso de las nuevas tecnologías cada vez está más enraizado en las nuevas
generaciones, y desde la EF se puede contribuir a su desarrollo y a su uso
crítico. A través de las nuevas tecnologías se puede enseñar a los alumnos a
buscar información en la red sobre la materia, ayudándoles a que aprendan a
comparar/contrastar la información obtenida
a través de las distintas fuentes (García Cortés, 2010).
Desde la EF también se puede fomentar el
aprendizaje mediante el uso de blogs, utilización de filmaciones o películas.
Éstas podrán ser comentadas en la red poniendo a prueba los conocimientos
digitales de los alumnos. El profesor de EF podrá ayudarles para que los
alumnos vayan aprendiendo a construir su propio blog y explorar las distintas
posibilidades que éste tiene. En ese sentido, puedo afirmar que personalmente,
he comprobado con éxito las posibilidades que tiene la EF para trabajar esta
competencia. Mirando hacia atrás en el tiempo, desde que hace tres años Pere
Molina me introdujese en el mundo de los blogs en la asignatura de Proyectes y Materials Curriculars, pasando
el curso pasado, por Teoría y Práctica
del Currículum, y este año, Diseño
Curricular, puedo afirmar que he
mejorado considerablemente la competencia de tratamiento de la información y la
competencia digital. A lo largo de estos tres años, gracias a profesores, compañeros,
familiares, e iniciativa propia, he ido aprendiendo a explorar y explotar las posibilidades
que me ofrece un blog... ¡Y lo que me queda por aprender!
-Competencia
matemática: esta es la
competencia menos detallada y vinculada con la EF, de hecho los documentos
oficiales como la LOE, no la relacionan. Sin embargo, autores como Díaz
Barahoma (2010), han dedicado sus esfuerzos a demostrar cómo desde nuestra
asignatura sí que es posible trabajar y desarrollar esta competencia. Coincido
con él en que podemos trabajar esta competencia desde nuestro campo, y todos
deberíamos de ser capaces de poner ejemplos ya que estamos estudiando “Ciencias
de la Actividad Física y del Deporte”, y toda ciencia tiene como característica
el uso del lenguaje matemático. Nosotros hemos visto la importancia de los
números en asignaturas como Biomecánica (cálculo de distancias, palancas,
ángulos, trayectorias, etc.), Entrenamiento deportivo (cuantificación de
cargas, utilización de fórmulas para test, etc.), Fisiología (las fórmulas
científicas que explican las reacciones que se dan en nuestro cuerpo), Eventos
e instalaciones deportivas (cálculo de presupuestos, número de trabajadores,
etc.). En definitiva, la EF no puede prescindir de las matemáticas y es muy
importante que podemos trasmitírselo a nuestros alumnos, a la vez que desde
nuestra asignatura tenemos oportunidades únicas para trabajar esta competencia.
Para ver ejemplos concretos de una rica
variedad de posibilidades de desarrollo de la competencia matemática desde la
EF, os invito a que veáis la siguiente imagen, en la cual aparece un detallado
cuadro de Díaz Barahoma (2010) que relaciona los bloques de contenidos, y
contenidos matemáticos de currículo, con propuestas de enseñanza-aprendizaje de
la E.F.
-Competencia
para aprender a aprender: desde
la EF se puede contribuir al desarrollo de esta competencia ofreciendo una
serie de recursos que favorezcan el propio aprendizaje, como lo son las actividades grupales cooperativas, o las metodologías como el descubrimiento guiado o el “aprender haciendo” que
defiende el conocido crítico del sistema educativo vigente, Roger Schank. La idea es
que el alumno adquiera una serie de habilidades para iniciarse en el
aprendizaje y que éstas le permitan continuar aprendiendo de forma consciente y
significativa, a la vez que cada vez de manera más eficaz y autónoma de acuerdo
a los propios objetivos y necesidades. La capacidad de realizar transferencia entre
las distintas actividades sería una de esas habilidades que facilitaría el
continuar aprendiendo al aplicar lo ya sabido a otras situaciones con elementos
similares.
3-¿Qué
opinas sobre el enfoque de las competencias básicas en la Educación física?
|
¡¿Cómo aplico las competencias a mi programación?! |
Las competencias básicas como ya hemos
descrito el la primera pregunta del tema 5, son parte de una reforma educativa,
ya que según la LOE (2006) éstas pasan a ser parte del currículum oficial y por
lo tanto, todos los profesores deben de tenerlas en cuenta y reflejarlas en sus
programaciones. Tal y como indican Molina y Antolín (2008), las reformas muchas
veces entran en conflicto con las estructuras que pretenden transformar y en
ocasiones, esos cambios pensados desde arriba como positivos, en la práctica no
llegan a serlo, debido entre otras cosas a la falta de comprensión del profesorado o a la escasa participación del
mismo a la hora de plantear las reformas.
Es innegable que el espíritu con el que
se plantean las competencias básicas es positivo para la sociedad y que por
tanto, vale la pena que la escuela trabaje en aras de lograr que sus alumnos
adquieran esas competencias. Ahora el
problema estaría en lograr que este cambio no se quede en aparente y que pueda
potenciar procesos de cambios educativos innovadores y significativos. Para
ello es vital que el profesorado entienda lo que son las competencias y
ayudarle con los problemas que aparezcan a la hora de aplicar esas premisas a
la realidad de las aulas. Sólo así se podrá superar un posible escepticismo y
recelo, adquiriendo una confianza necesaria para plantear proyectos educativos
significativos.
A pesar de estos aspectos positivos, es cierto
tal y como señalan autores como Molina y Antolín (2008) o Romero, C., Vegas,
G., & Cimarro, J. (2011), que desde los estamentos políticos no se han
pensado en alguna competencia que sea propia y característica de la EF. Ejemplo
de ella sería la que plantean Molina y Antolín (2008), de “competencia corporal
y motriz”. Desde esta perspectiva crítica, parece ser que únicamente la EF
puede contribuir a fines extrínsecos, minimizando el potencial intrínseco de la
educación en movimiento. Cabría realizar
un reflexión y replantearse qué criterios han primado para determinar las 8
competencias, y porqué no hay cabida para otras.
También salta a la vista que el papel
que otorgan los documentos oficiales al desarrollo de las competencias desde la
EF -a la cual atribuyen únicamente la posibilidad de trabajar dos de las ocho
competencias: “la competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo
físico”, y la “competencia social y ciudadana”- no se ajusta a la realidad. Los
trabajos de autores como Lleixà (2007), Vaca
(2008), Molina y Antolín (2008), Díaz (2010),
García
(2010) y Blázquez y Sebastiani (2009)
demuestran que desde la EF se puede contribuir efectivamente a la totalidad de
las ocho competencias.
Mi opinión sobre las competencias en
relación a la EF no puede ser más que positiva, a pesar de los “peros” que he
planteado en los dos últimos párrafos. Creo que lo que debe de primar es la oportunidad que tenemos desde la EF para
trabajar las competencias, esto queda reflejado perfectamente en el gran trabajo que han realizado mis
compañeros en la pregunta número 2 del tema, que planteaba cómo la EF podía
contribuir a desarrollar las competencias. Como se ve en los comentarios, la EF tiene una gran potenciabilidad y
oportunidades para trabajarlas desde una posición distinta al del resto de
materias. En ese sentido, lo que ahora toca es saber llevarlo a la práctica
y coordinarse con el resto de materias, ya que no lo olvidemos, la adquisición
de competencias es un proceso que abarca desde la primaria hasta la ESO y que
tiene que involucrar a todas las materias. Por ello, la clave está en que cada
centro docente sepa ajustarse a su propia realidad contextual y coordinarse
para planificar una buena estrategia, que se concrete en un proyecto educativo
atractivo y democrático.
Referencias
bibliográficas:
Arnold,
P. J. (1991). Educación física,
movimiento y currículum. Madrid: Morata.