jueves, 5 de enero de 2012

Preguntas tema 5:

1-¿En qué consiste el enfoque por competencias?

El enfoque por competencias es una propuesta promovida desde los organismos educativos de la Unión Europea, que busca dar una respuesta a los constantes cambios sociales que se dan en la sociedad actual. Éste enfoque surge a principios de siglo XIX como estrategia de “aprendizaje permanente a lo largo de toda la vida” que será fundamental para la competitividad, el empleo, la inclusión social, la ciudadanía activa y el desarrollo personal (Molina y Antolín, 2008).

Según Lleixà (2007) el término competencia básica se refiere a todo aquello que los jóvenes deben de adquirir a lo largo de su proceso de formación, para que contribuya a su realización personal, su desenvoltura en el mundo actual y para poder realizar un empleo que sea beneficioso para la sociedad.

Las competencias propuestas desde la OCDE, fueron publicadas en el Diario Oficial de la Unión Europea, en 2006, en un texto denominado Competencias clave para el aprendizaje permanente, que trata de especificar con más detalle, esas orientaciones y estrategias de aprendizaje que se habían estado impulsando en los últimos años y que no acababan de plasmarse en algo concreto. A continuación, podemos observar una tabla en la que se muestran esas competencias propuestas por la UE y cómo se han plasmado en nuestro sistema educativo:


(Blázquez y Sebastiani, 2009)

Como se observa en la tabla, en total se han identificado en nuestro contexto educativo, ocho competencias básicas que deberán ser tratadas desde el currículum oficial de la Educación Primaria y de la ESO. Es la Ley Orgánica de la Educación (LOE), de 2006, el lugar en donde se recogen las nuevas recomendaciones propuestas por los organismos europeos de educación, y en donde se establece que las competencias básicas pasen a ser un nuevo componente del currículum oficial. A su vez, la LOE especifica que cada una de las materias escolares debe contribuir al desarrollo y adquisición de las competencias, destacando cuáles pueden ser tratadas de forma más concreta por cada materia.

Para Molina y Antolín (2008) las competencias básicas son algo más que un conjunto de capacidades o habilidades para utilizar el conocimiento ante las demandas y situaciones concretas llevando a cabo tareas diversas de forma adecuada. Estos autores señalan que las competencias básicas son combinación integrada de conocimientos, habilidades y actividades conducentes a un desempeño adecuado y oportuno en diversos contextos. De ahí que lo importante en esta forma nueva de aprendizaje no sea tanto la posesión de conocimientos sino cómo se aplican éstos.

En definitiva, el enfoque por competencias busca desarrollar de forma integral a ciudadanos de cara a que puedan incorporarse y contribuir a la sociedad europea a la que pertenecen. Aplicado en el contexto educativo, las competencias abren una nueva posibilidad para realizar un cambio educativo de carácter multidisciplinar, ya que son todas las materias las que deberán de coordinarse de forma transversal e interdisciplinar, con tal de lograr que el alumno a lo largo de su proceso educativo logre adquirir las ocho competencias que se han establecido como objetivo. Por último, recomiendo que si queréis profundizar en el tema de las competencias básicas, le echéis un vistazo al detallado monográfico ¿Qué significa ser competente? De la revista Cuadernos de Pedagogía

2-Señala aspectos concretos en los cuales puede contribuir la Educación física a la adquisición y desarrollo de las competencias básicas.

Los documentos oficiales como la LOE y los Decretos de enseñanzas mínimas de Educación Primaria y ESO incluyen apartados específicos dedicados a la descripción de la contribución que puede realizar la Educación Física (EF) al desarrollo de las competencias básicas. Desde la EF, únicamente se señala que ésta contribuye directamente a dos de las ocho las competencias; la competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico, y la competencia social y ciudadana. A pesar de esto, considero que tal y como han señalado numerosos autores como Molina y Antolín (2008), Vaca (2008), Lleixà (2007), y García Cortés (2010), la EF nos brinda la oportunidad de desarrollar la totalidad de las competencias. A continuación, que tipo de actividades propias de la EF pueden contribuir a cada una de las competencias: 

-Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico: la EF contribuiría especialmente a desarrollar esta competencia al experimentar una serie de vivencias que permiten al ser humano entrar en contacto directo con el mundo físico que le rodea. A través del propio cuerpo, el alumno puede interactuar con el espacio de trabajo/juego, los objetos que forman parte de él y los compañeros que están participando en la actividad. Un mayor conocimiento del propio cuerpo dotará al alumno de un mayor abanico de posibilidades para establecer contacto con el mundo que le rodea. Además de esto, la EF puede contribuir al conocimiento del entorno en los distintos planos y en distintos contextos –medio urbano, medio natural-, distintas condiciones climatológicas –lluvia, nieve, calor, frío, etc.-. También el alumno podría mejorar su conocimiento de entornos menos habituales como podría ser el medio acuático.

Según Vaca (2008) la EF contribuye a aceptar las posibilidades y limitaciones físicas, pudiendo ir mejorando las capacidades del alumno siempre dentro del límite natural de la especie. También este autor apunta a que desde la EF se pueden trabar un pensamiento crítico que permita a los adolescentes enfrentarse a la serie de mensajes informativos y publicitarios que tan habituales son en la sociedad de hoy en día.

-Competencia social y ciudadana: la EF permite la puesta en práctica de una infinitud de situaciones que permiten al alumno establecer una serie de contactos con el resto de compañeros. En éstas se puede trabajar especialmente valores como la integración, el respeto, el compañerismo, la cooperación, el trabajo en equipo, la empatía, la igualdad, etc. Estos valores podrán ser aplicados posteriormente fuera del contexto escolar, fomentándose por tanto, una convivencia democrática. Otro aspecto que contribuye a esta competencia, es el establecimiento de una serie de normas o reglas durante las actividades o juegos. Su trabajo permitirá a que luego el alumno pueda tener una mayor facilidad para adaptarse a las normas que rigen y determinan su contexto social. A su vez, se ha demostrado que las múltiples situaciones de conflicto que se dan en las actividades físicas grupales y su resolución a través de distintas estrategias, permitirán que el alumno se sepa enfrentar y solucionar de forma positiva otras situaciones que se den fuera del entorno educativo.

-Competencia cultural y artística: a esta competencia puede contribuir de forma única la EF. De hecho, para Arnold (1991), la estética es uno de los elementos que otorgan a la EF –o movimiento como prefiere el autor- un valor intrínseco que justifica su inclusión por sí misma en el currículum. El deporte y la actividad física es una de las manifestaciones culturales más características de una sociedad. Desde que los griegos le diesen un sentido estético y saludable a la actividad física, ésta ha tenido una considerable evolución a lo largo de la historia, hasta convertirse en un fenómeno de masas como es actualmente y una de las señas de identidad del hombre moderno. El deporte permite compartir a su vez la riqueza de diversidad cultural de las distintas sociedades en eventos como los JJOO, que pueden servir para acercar distancias entre las distintas culturas y fomentar el respeto hacia las mismas. Además, los deportes y la actividad física, ofrecen la oportunidad de que los movimientos tengan una parte estética que hace que se les pueda considerar artísticos, fomentando la creatividad y la imaginación del ser humano para explorar las posibilidades de movimiento del cuerpo. En ese sentido, la danza, las actividades expresivas, los juegos tradicionales, etc., permiten la expresión de sentimientos a través del lenguaje corporal y la conservación de la cultura propia.

-Autonomía e iniciativa personal: la EF permite al alumno enfrentarse a situaciones desconocidas o adversas –pero que sean alcanzables- que le obliguen a mantener una actitud positiva y de perseverancia para poder superarlas. Una vez que el alumno vaya logrando estos objetivos, irá aumentando su sentimiento de competencia, de autoestima y mejorando la autoconfianza, lo que le ayudará a tener una mayor iniciativa y decisión, a la vez que el alumno será cada vez más autónomo. Otra serie de adquisiciones a partir del trabajo de la EF, van en la dirección de una participación activa y el ser responsable de los proyectos tanto propios como colectivos que requerirán de una serie de iniciativas personales.

García Cortés (2010) indica que desde la EF, se puede fomentar la autonomía e iniciativa personal proponiendo actividades en las cuales el alumno sea el protagonista y el que sea el que tenga que establecer la organización individual o colectiva de jornadas, juegos o actividades físicas concretas.

-Competencia en comunicación lingüística: Molina y Antolín (2008), señalan que la EF ofrece la posibilidad de una gran variedad de intercambios comunicativos en las distintas situaciones motrices, a la vez que cuenta con un vocabulario específico. En ese sentido hablar, escuchar, dialogar, discutir, opinar, etc., son comunes y necesarias en las distintas actividades. Por ejemplo, es necesaria la comunicación lingüística para saber dar correctamente el feedback a un compañero y así poder ayudarlo. Otro claro ejemplo sería la necesidad de fomentar la comunicación entre los distintos miembros de un equipo para aumentar las posibilidades de éxito.

El vocabulario propio del deporte –gol, triple, ensayo, jaque-mate, sprint, viraje, blocaje, etc.- contribuirá al aumento del acervo léxico del alumno, dotándole de una mayor riqueza lingüística. A su vez, se puede trabajar la competencia comunicativa a través de la realización de un diario de clase o trabajando mediante el uso de blogs, lugares en los cuales el alumno puede reflexionar sobre el trabajo realizado y recordar sesiones pasadas. El uso de blogs pretermitirá también un diálogo entre compañeros que mejorará la comunicación lingüística de cada uno de ellos.

-Tratamiento de la información y competencia digital: el uso de las nuevas tecnologías cada vez está más enraizado en las nuevas generaciones, y desde la EF se puede contribuir a su desarrollo y a su uso crítico. A través de las nuevas tecnologías se puede enseñar a los alumnos a buscar información en la red sobre la materia, ayudándoles a que aprendan a comparar/contrastar la información obtenida  a través de las distintas fuentes (García Cortés, 2010).

Desde la EF también se puede fomentar el aprendizaje mediante el uso de blogs, utilización de filmaciones o películas. Éstas podrán ser comentadas en la red poniendo a prueba los conocimientos digitales de los alumnos. El profesor de EF podrá ayudarles para que los alumnos vayan aprendiendo a construir su propio blog y explorar las distintas posibilidades que éste tiene. En ese sentido, puedo afirmar que personalmente, he comprobado con éxito las posibilidades que tiene la EF para trabajar esta competencia. Mirando hacia atrás en el tiempo, desde que hace tres años Pere Molina me introdujese en el mundo de los blogs en la asignatura de Proyectes y Materials Curriculars, pasando el curso pasado, por Teoría y Práctica del Currículum, y este año, Diseño Curricular, puedo  afirmar que he mejorado considerablemente la competencia de tratamiento de la información y la competencia digital. A lo largo de estos tres años, gracias a profesores, compañeros, familiares, e iniciativa propia, he ido aprendiendo a explorar y explotar las posibilidades que me ofrece un blog... ¡Y lo que me queda por aprender!

-Competencia matemática: esta es la competencia menos detallada y vinculada con la EF, de hecho los documentos oficiales como la LOE, no la relacionan. Sin embargo, autores como Díaz Barahoma (2010), han dedicado sus esfuerzos a demostrar cómo desde nuestra asignatura sí que es posible trabajar y desarrollar esta competencia. Coincido con él en que podemos trabajar esta competencia desde nuestro campo, y todos deberíamos de ser capaces de poner ejemplos ya que estamos estudiando “Ciencias de la Actividad Física y del Deporte”, y toda ciencia tiene como característica el uso del lenguaje matemático. Nosotros hemos visto la importancia de los números en asignaturas como Biomecánica (cálculo de distancias, palancas, ángulos, trayectorias, etc.), Entrenamiento deportivo (cuantificación de cargas, utilización de fórmulas para test, etc.), Fisiología (las fórmulas científicas que explican las reacciones que se dan en nuestro cuerpo), Eventos e instalaciones deportivas (cálculo de presupuestos, número de trabajadores, etc.). En definitiva, la EF no puede prescindir de las matemáticas y es muy importante que podemos trasmitírselo a nuestros alumnos, a la vez que desde nuestra asignatura tenemos oportunidades únicas para trabajar esta competencia.

Para ver ejemplos concretos de una rica variedad de posibilidades de desarrollo de la competencia matemática desde la EF, os invito a que veáis la siguiente imagen, en la cual aparece un detallado cuadro de Díaz Barahoma (2010) que relaciona los bloques de contenidos, y contenidos matemáticos de currículo, con propuestas de enseñanza-aprendizaje de la E.F.


-Competencia para aprender a aprender: desde la EF se puede contribuir al desarrollo de esta competencia ofreciendo una serie de recursos que favorezcan el propio aprendizaje, como lo son las actividades grupales cooperativas, o las metodologías como el descubrimiento guiado o el “aprender haciendo” que defiende el conocido crítico del sistema educativo vigente, Roger Schank. La idea es que el alumno adquiera una serie de habilidades para iniciarse en el aprendizaje y que éstas le permitan continuar aprendiendo de forma consciente y significativa, a la vez que cada vez de manera más eficaz y autónoma de acuerdo a los propios objetivos y necesidades. La capacidad de realizar transferencia entre las distintas actividades sería una de esas habilidades que facilitaría el continuar aprendiendo al aplicar lo ya sabido a otras situaciones con elementos similares.


3-¿Qué opinas sobre el enfoque de las competencias básicas en la Educación física?

¡¿Cómo aplico las competencias a mi programación?!
Las competencias básicas como ya hemos descrito el la primera pregunta del tema 5, son parte de una reforma educativa, ya que según la LOE (2006) éstas pasan a ser parte del currículum oficial y por lo tanto, todos los profesores deben de tenerlas en cuenta y reflejarlas en sus programaciones. Tal y como indican Molina y Antolín (2008), las reformas muchas veces entran en conflicto con las estructuras que pretenden transformar y en ocasiones, esos cambios pensados desde arriba como positivos, en la práctica no llegan a serlo, debido entre otras cosas a la falta de comprensión del profesorado o a la escasa participación del mismo a la hora de plantear las reformas.

Es innegable que el espíritu con el que se plantean las competencias básicas es positivo para la sociedad y que por tanto, vale la pena que la escuela trabaje en aras de lograr que sus alumnos adquieran esas competencias. Ahora el problema estaría en lograr que este cambio no se quede en aparente y que pueda potenciar procesos de cambios educativos innovadores y significativos. Para ello es vital que el profesorado entienda lo que son las competencias y ayudarle con los problemas que aparezcan a la hora de aplicar esas premisas a la realidad de las aulas. Sólo así se podrá superar un posible escepticismo y recelo, adquiriendo una confianza necesaria para plantear proyectos educativos significativos.

A pesar de estos aspectos positivos, es cierto tal y como señalan autores como Molina y Antolín (2008) o Romero, C., Vegas, G., & Cimarro, J. (2011), que desde los estamentos políticos no se han pensado en alguna competencia que sea propia y característica de la EF. Ejemplo de ella sería la que plantean Molina y Antolín (2008), de “competencia corporal y motriz”. Desde esta perspectiva crítica, parece ser que únicamente la EF puede contribuir a fines extrínsecos, minimizando el potencial intrínseco de la educación en movimiento. Cabría realizar un reflexión y replantearse qué criterios han primado para determinar las 8 competencias, y porqué no hay cabida para otras.

También salta a la vista que el papel que otorgan los documentos oficiales al desarrollo de las competencias desde la EF -a la cual atribuyen únicamente la posibilidad de trabajar dos de las ocho competencias: “la competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico”, y la “competencia social y ciudadana”- no se ajusta a la realidad. Los trabajos de autores como Lleixà (2007), Vaca (2008), Molina y Antolín (2008), Díaz (2010), García (2010) y Blázquez y Sebastiani (2009) demuestran que desde la EF se puede contribuir efectivamente a la totalidad de las ocho competencias.

Mi opinión sobre las competencias en relación a la EF no puede ser más que positiva, a pesar de los “peros” que he planteado en los dos últimos párrafos. Creo que lo que debe de primar es la oportunidad que tenemos desde la EF para trabajar las competencias, esto queda reflejado perfectamente en el gran trabajo que han realizado mis compañeros en la pregunta número 2 del tema, que planteaba cómo la EF podía contribuir a desarrollar las competencias. Como se ve en los comentarios, la EF tiene una gran potenciabilidad y oportunidades para trabajarlas desde una posición distinta al del resto de materias. En ese sentido, lo que ahora toca es saber llevarlo a la práctica y coordinarse con el resto de materias, ya que no lo olvidemos, la adquisición de competencias es un proceso que abarca desde la primaria hasta la ESO y que tiene que involucrar a todas las materias. Por ello, la clave está en que cada centro docente sepa ajustarse a su propia realidad contextual y coordinarse para planificar una buena estrategia, que se concrete en un proyecto educativo atractivo y democrático.

Referencias bibliográficas:

Arnold, P. J. (1991). Educación física, movimiento y currículum. Madrid: Morata.

Blázquez, D., & Sebastiani, E. M. (2009). Enseñar por competencias en Educación Física. Barcelona: INDE.

Cuadernos de Pedagogía (2007). Monográfico: ¿Qué significa ser competente?, 370.

Díaz, J. (2010). El desarrollo de la competencia matemática desde la educación física. Aula de innovación educativa, 189, 23-29.

García, M. J. (2010). Aportaciones al desarrollo de competencias básicas desde el área de educación física. Wanceulen: Educación Física Digital, 6, 51-56.


Molina, J.P., & Antolín, L. (2008). Las competencias básicas en Educación física: una valoración críticaCultura, Ciencia y Deporte, 8 (3), 81-86.

Romero, C., Vegas, G., & Cimarro, J. (2011). ¿Cómo enseñar y evaluar competencias básicas desde el área de educación física? Aula de innovación educativa, 202, 30-34.

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