Siguiendo algunas de las sugerencias de films relacionados con la educación propuestas en el blog, acabo de ver la película “Hoy empieza todo”, dirigida por Bertrand Tavernier. Me ha gustado bastante la película, entre otras cosas porque trata una problemática muy distinta a la vista en la película “La clase”. En ésta última, vimos cómo un grupo de profesores se enfrentaba a un grupo conflictivo de adolescentes dentro de un barrio marginal de París. En “Hoy empieza todo”, los alumnos no son tan protagonistas (lo son pero en un segundo plano), ya que son niños de preescolar y no intervienen directamente en el film.
El protagonista es Daniel Lefebvre, un hombre que emprende una lucha titánica cada día enfrentándose a toda la precariedad que rodea al centro donde imparte sus enseñanzas a niños pequeños, a veces viéndose obligado a ejercer como asistente social, y que lucha contra la miseria moral y material de algunos de los familiares de los alumnos. También es el director de la escuela y por las responsabilidades que el cargo conlleva, es el que tiene que hacer frente a todos esos sucesos que se le presentan. Durante la película tratará de solucionar casos de alcoholismo materno, paro familiar, maltrato…
La base de la película es una crítica a la burocracia que envuelve en la escuela. Para mí el momento clave de la película es cuando el inspector le dice durante una conversación al Daniel (con otras palabras), que lo que quiere es que esté calladito, que no arme follón y que siga el sistema. El otro momento de la película que más me ha gustado es la escena final con los primeros planos de los niños mientras juegan y ríen. Lo interpreto como que ellos son los menos culpables de todo, y sin embargo son los que sufren las consecuencias de las irresponsabilidades de ciertos adultos, que los dejan totalmente desprotegidos y vulnerables.
También es una crítica hacia las excesivas responsabilidades sociales que se “le asignan” a la escuela, y que sin embargo no son compartidas por las autoridades, la familia… todos deben de tener una responsabilidad social a la hora de educar, y como señala Savater en su libro “El valor de educar”, hay adultos que las eluden. La película muestra la indiferencia y burocratización del sistema de asistencia social, de las autoridades que miran a otra parte, de los ciudadanos que piden ayuda (a veces sin decirlo) y que sin embargo no la reciben o tarde. Muestra un sistema pasivo, despreocupado de la realidad y más interesado en informes y tecnicismos que en los problemas diarios.
Recomiendo ver la película a todos ya que creo que puede aportar reflexiones interesantes. Es una película distinta a “La clase” pero que tiene igualmente un gran valor. Daniel es un ejemplo de cómo no rendirse ante las dificultades y el mantener la ilusión por su trabajo. Os dejo con el inicio de la película intentar animaros a verla:
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