lunes, 25 de abril de 2011

¡Indignaos! (Hessel, 2010).

     Hace apenas una semana comencé y terminé de leerme (pues como todos ya sabemos el libro es cortito), el panfleto de Stéphane Hessel ¡Indignaos! El motivo de haber esperado tanto para tenerlo entre mis manos es el ser presa de una dilatada agenda que me impide disfrutar plenamente de una de mis pasiones, la lectura. Lo anterior que no parezca una excusa ya que siempre se puede sacar tiempo para leer, (os recomiendo la lectura del libro Como una Novela, de Daniel Pennac), pero pensé en que le sacaría más partido leyéndolo durante estas fechas que en plena vorágine de curso.
     Antes de que sigáis leyendo, quiero recomendaros la lectura de dos entradas y de los respectivos comentarios, que realizaron sobre el libro dos compañeros, Pablo y Elena. En ellas reflexionan sobre el contenido del libro y sobre lo que les hizo pensar. También quiero recomendar dos entradas del blog de Gonzalo Monfort: “Los jóvenes no tienen ilusión (1ª parte)” y “Los jóvenes no tienen ilusión (2ª parte)” ya que a pesar de que no hablan sobre el libro, creo que nacen en parte (corrígeme si me equivoco Gonzalo), de la lectura del mismo por parte de su autor, o al menos, tienen algo del mensaje de Hessel en sus líneas. También sería recomendable que escuchaseis el programa de la Ser y vieseis el reportaje de Informe Semanal dedicados Hessel y su mensaje en el caso de que no los hubieseis visto (encontraréis un acceso a ambos arriba a la derecha de mi blog).
      El libro me ha dejado con sensaciones muy distintas. Por un lado coincido con Pablo en que me esperaba más de él. Quizás haya sido motivado por la gran publicidad que le dimos en clase, y a las grandes expectativas depositadas en él. Más de una vez me ha pasado algo parecido al crear unas expectativas muy altas que han provocado que algo me gustara menos de lo que lo hubiera hecho si no hubiese conocido previamente. Y digo esto porque a pesar de que el autor se dirige a nosotros, los jóvenes, pensaba que el mensaje de Hessel iba a ser más próximo a nuestra realidad, que iba a sentir una mayor empatía con su mensaje, que conectaría más con nosotros.
Recomiendo que veáis la película: V de Vendetta
     Por otro lado tengo que reconocer que Hessel sí que ha conseguido que reflexione y que me replantee muchas de las realidades aceptadas que me envuelven, y en ese sentido, creo que la obra sí que cumple con su propósito, el de generar autocrítica y el de decir basta ya. Pero claro, veo complicado que los jóvenes nos manifestemos de forma clara por el fin de los abusos del capitalismo, como señala Stéphane, los medios de comunicación nos tienen anestesiados, y publican aquello que les interesa a los que realmente tienen el poder, los dueños del dinero. Ejemplo de ello es que durante estos últimos meses se nos saturara con información de las revueltas de Egipto, Libia y demás países Africanos (cosa que ya tocaba), y sin embargo, casi nada se hablase de la única revolución pacífica que se produjo en Europa y que dijo basta a los abusos del capitalismo llegando a tener éxito, echando de sus puestos a muchos de los verdaderos responsables de la crisis, que en el resto de países se han ido de rositas. Me estoy refiriendo al caso (como alguno ya habrá podido deducir), de ISLANDIA. Por si alguno no se ha enterado de lo que ha ocurrido y está ocurriendo (gracias al ocultamiento por parte de los medios de comunicación), os dejo a continuación unos cuantos links por si queréis conocer cómo los ciudadanos de esa lejana pequeña isla se INDIGNARON y lograron decir basta ante tanto abuso. Lo que ha pasado allí debería de ocurrir en más países, pero es complicado, nos tienen controlados, por eso, libros como éste son tan necesarios hoy en día. ¡GRACIAS!

Enlaces con información de lo ocurrido en Islandia:
·   Link 1, Link 2, Link 3.
Estas son las frases del libro que más me han hecho reflexionar:
·  “El dinero y sus dueños tienen más poder que los gobiernos”.
·   “Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas”.
·   “Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero”.
·   “Buscad un poco, encontraréis”. La peor actitud es la indiferencia, “paso de todo, ya me las apaño”. Perdemos la facultad de indignación”.
·    "Desafortunadamente, la historia da pocos ejemplos de pueblos que saquen lecciones de su propia historia".
·    “Estoy convencido de que el porvenir pertenece a la no violencia, a la conciliación de las diferentes culturas”.
·    “Apelamos todavía a una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo de masas, el desprecio hacia lo más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”.
·   “Decir <<la no violencia no es eficaz>> es harto más relevante que saber si se debe condenar o no a quienes se entregan a ella”.
     Después de haber leído el libro y haber dejado pasar unos días para la reflexión, lo retomé para repasar todo aquello que había marcado y me quedé pensativo con el siguiente fragmento:

“A los jóvenes, les digo: mirad a vuestro alrededor, encontraréis los hechos que justifiquen vuestra indignación-el trato a los inmigrantes, a los sin papeles, a los gitanos-. Encontraréis situaciones concretas que os llevarán a emprender una acción ciudadana fuerte. ¡Buscad y encontraréis!”

     Como me considero joven, realicé aquello que Hessel me había pedido, el buscar situaciones que de verdad me indignasen. A continuación mi lista de cosas que me indignan:
     Las Guerras provocadas por invasiones con intereses económicos detrás, de Afganistán, Irak, Libia…, El que los países “desarrollados”, se lucren vendiendo armas a países “subdesarrollados” para que se maten entre ellos y que luego esas mismas armas maten a sus propios soldados, que los verdaderos culpables de la crisis se libren de todo y que sigan ganando un dineral, que la distancia entre ricos y pobres cada día es mayor, los fanatismos religiosos, la hipocresía de la iglesia católica, la corrupción e inoperancia de los políticos (de todos los partidos), la energía nuclear, la caza furtiva de animales, que estemos destruyendo nuestro planeta cortando sus árboles, contaminando sus ríos y mares, el aire que respiramos… y que a pesar de que sepamos que ponemos en peligro nuestra existencia, sigamos como si no pasase nada…, el que haya millones de personas que no tengan nada para comer y que en cambio otros derrochen, que no todo el mundo tenga un acceso a la vivienda,  a una educación universal, a una vida digna, que siga habiendo intolerancia entre las distintas razas, que sigan habiendo discriminaciones de género, que el deporte espectáculo ocupe todo y no se hable de las otras prácticas deportivas o de actividades físicas, que nos sigan considerando a los de E.F. por debajo de otros campos de estudio, que la escuela y profesores estén solos ante tantos problemas, que hayan padres que pasen de sus hijos, que la juventud esté anestesiada, que no luche, que no esté activa, etc.
     Esta es mi lista, que seguro que diferirá de la vuestra, os animo a que realicéis una reflexión similar y que busquéis a vuestro alrededor… ¡identifiquemos aquello que nos indigna!

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