jueves, 30 de junio de 2011

Usar o no el libro de texto en E.F., this is the question?

     El motivo de escribir estas líneas nace tras la lectura de los artículos de González Pascual, M. (2005) y Taboas, M.I.;  Rey, A. (2009 y 2011).  En ellos los autores realizaron una serie de investigaciones en las cuales estudiaron las imágenes que aparecían en una serie de libros de texto de E.F. de secundaria (ESO), con el fin de analizarlas críticamente, y dar luz al currículum oculto que transmitían.
     Los resultados de la investigación reflejaron que aparte de los conocimientos explícitos que transmitían las páginas de los libros, había una gran cantidad de enseñanzas-aprendizajes que  llegaban al alumnado de forma inconsciente, e implícita y que guardaban relación con una serie de ideologías que van más allá del aula. De tal forma que por ejemplo, en los libros de texto existía una clara desigualdad en la aparición de figuras masculinas frente a femeninas (sexismo), una mayor presencia de los deportes en detrimento de otros tipos de actividades físicas (deportivización), una predominancia de imágenes de deportistas de élite (rendimiento), y fotografías que representaban un modelo de cuerpo masculino, joven, de raza blanca, y con indumentaria deportiva (masculinización, mesomorfismo y consumismo).
     Una vez expuestos estos resultados, y sabiendo que los libros de texto pueden perpetuar estereotipos como los anteriormente nombrados, los autores concluían que era necesario que los expertos que elaboran los libros de texto para las editoriales, se replanteasen qué aprendizajes realmente trasmitían sus obras, con tal de realizar los cambios oportunos. Además, realizaron una crítica, hacia algunos profesores que acuden al uso de los libros sin más, sin haberlos analizado críticamente y haber reflexionado sobre su contenido. También denunciaron, el distinto uso que se hace del libro de texto en E.F. Hay profesores que lo utilizan únicamente a modo de guía, otros como material de consulta esporádica para los alumnos, y unos terceros como material habitual para desarrollo de las clases. Sin embargo, yo me pregunto: ¿Realmente utilizan los profesores de E.F. el libro de texto?
     El libro de texto está considerado clásicamente como el material curricular estrella en las aulas. Al inicio de cada curso escolar, los niños deben adquirir una larga lista de libros totalmente necesarios (según los profesores), para afrontar el desarrollo del curso escolar. Sin embargo, el uso del libro de texto no está tan claro dentro del contexto de la E.F. A lo largo de toda mi formación (Primaria-ESO-Bachillerato), que yo recuerde, solamente he utilizado el libro de texto en tres o cuatro cursos, y en las que lo tuve, en contadas ocasiones realizamos uso de él. ¿Es que acaso la E.F. es distinta al resto de asignaturas? ¿Tiene la E.F. un menor valor teórico o conceptual que asignaturas como las matemáticas o la física? ¿Por qué a pesar de la existencia de libros de E.F. muchos profesores renuncian a utilizarlo directamente o pasa a ser un “adorno” escolar?
     No comparto el argumento de que la E.F. sea una asignatura únicamente práctica y que por tanto, para qué utilizar un libro si no hay teoría que transmitir, o si esta no es tan relevante. Arnold, (1991), concibe tres dimensiones dentro del concepto del movimiento: “Acerca del”, “A través del” y “En el”. Pues bien, en mi opinión, el libro de texto ofrece la oportunidad de desarrollar la dimensión “A cerca del” movimiento, aportando una base teórica en la línea de la concepción del movimiento que defiende el autor.
     Hace ya un par de años, dentro de la asignatura que impartía Pere de Projectes i materials curriculars, aprendí que los materiales curriculares en sí no son ni más buenos ni más malos. Todos tienen un potencial educativo que varía en función del uso que se haga de ellos. En ese sentido, el libro de texto es un material curricular más dentro del contexto de la E.F. No debemos de renunciar a las oportunidades que éste nos ofrece, o al menos, el tener en cuenta su existencia. Luego, que cada uno decida libremente recurrir a su uso o no, es otra cuestión.
     Con este artículo no pretendo abrir un debate entorno al uso o abuso del libro de texto en las aulas (tema que sería un bueno para charlar), sino que reflexionásemos sobre las cuestiones que he planteado en el párrafo anterior. Veo tan importante que debatamos sobre todos los procesos de aprendizaje-enseñanza implícitos que se dan en los libros de texto de E.F., como el porqué su uso es distinto al de otras asignaturas. Para mí, que detrás de todo esto, seguimos hablando de aspectos ideológicos ocultos. Una serie de ideologías, que guardan una serie de creencias, expectativas, intereses… muy arraigadas en nuestro contexto cultural y que al fin y al cabo, minusvaloran el potencial educativo de la Educación Física, situándonos un escalón por debajo al de otras materias.

Referencias bibliográficas:
Arnold, P.J. (1991). Educación física movimiento y currículum. Madrid: Morata.
González Pascual, M. (2005) ¿Tienen sexo los contenidos de la Educación Física Escolar? Transmisión de estereotipos de sexo a través de los libros de texto en la etapa de Secundaria. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 5 (18), 77-88

Taboas, M.I.; Rey, A. (2009).
La deportivización del curriculum de educación física en las imágenes de los libros de texto de la ESO. Cronos, 16, 71-74.

Taboas, M.I.; Rey, A. (2010).
Las imágenes en los libros de texto de Educación Física de la ESO: modelos corporales y actividad física. Revista de Educación, 354, 293-322.

viernes, 17 de junio de 2011

Sentir para educar

     Lo prometido es deuda, a continuación, os adjunto lo que escribí tras la lectura del libro “Mal de escuela” de Pennac (2007).  En un principio me iba a ceñir a la orientación de realizar un diálogo, pero tras un pequeño debate con Víctor, posteriormente se me ocurrió el realizar una poesía, ya que éste era el género que mejor me permitía expresar aquello que para mí transmite y destaca Pennac en su obra, me refiero a los sentimientos. Por ello me embarqué en esa idea, a pesar de que no tenía contacto con este tipo de textos desde primaria, y que jamás me había atraído. Tras varias horas de trabajo esto es lo que surgió, perdonarme que me atreva a llamarlo poesía, ya que simplemente me he dedicado ha realizar rimas en los versos pares… pero por algo se empieza, ¿No? Espero que os guste.

Sentir para educar:

Mal de escuela, Mal de escuela,
¡Mejor un dolor de muela!
Aunque el peor de los dolores,
es no recibir amores.
 
En el aula te dan con un mazo,
cuando sientes el rechazo.
Impidiéndote desear,
que tú quieras estudiar.

Cada estudiante es persona distinta
con independencia de su pinta.
hay que esforzarse por conocer cómo son,
dedicando a ello toda nuestra pasión.

Conviene descubrir sus sentimientos
para luego no tener remordimientos,
por  haber desperdiciado la oportunidad,
de haberles ayudado a encontrar la felicidad.
 
Hay alumnos con la brújula desimantada,
piensan que nunca aprenderán nada.
Se sienten ignorantes, nulos y zoquetes,
viendo que eso de la educación no les compete.

Algunos chocan contra paredes invisibles
cayendo y viendo un futuro terrible.
Ven un mañana sin porvenir
por el que no vale la pena vivir.

Sin embargo, todos tienen un gran potencial
aguardando que llegue el momento crucial,
en el que alguien se preocupe por ellos
para que en sus ojos brille un destello.

Que recuperen la ilusión por aprender
les ayudará como personas a crecer,
no dejándose engañar
por un mundo que les vende un falso bienestar.

No podemos permitir que los medios de comunicación
dejen a la escuela en un estado de constricción.
Que manipulen la opinión de la sociedad,
quitando al docente su dignidad.

Dignidad para trabajar sin presiones
que acaben produciendo desilusiones,
de alumnos a quienes dicen qué tienen que ser,
sin preocuparse por conocer su parecer.

Se trata de conocer al desorientado alumno
para poder redireccionar su rumbo.
Sin permitir que se quede por el camino,
abandonado y lamentándose de su destino.

Los docentes tienen la misión
de alejar al alumno de la exclusión.
Dejando de verlos como un engorro,
cuando les piden socorro.

Al estudiante hay que acercarse como persona
escuchando  qué es lo que le emociona.
Buscando cuáles son sus intereses,
nos encontraremos con menos reveses.

El amor es la energía más potente
que a mí me viene a la mente,
y al docente que su profesión ama,
nunca se le apagará la llama.

Por sus venas correrá un fuego
que no permitirá que se ponga en juego,
las posibilidades de que sus estudiantes
aprendan de sus enseñantes.  

El fracaso escolar es el signo,
de proporcionar algo indigno.
El renunciar a reanimar a alumnos aturdidos
para que puedan forjar su propio destino.

Y con estos versos acaba mi poesía:

Todos tenemos derecho a una digna educación
pues así lo reclama nuestra humana condición.
Si con ella he resuelto alguna cuestión,
daré por válida mi reflexión.

jueves, 16 de junio de 2011

Vuelta a casa…

     ¡Hola! Aquí estoy de nuevo tras un mes muy intenso en el plano personal, ya que  he experimentado todo tipo de sensaciones,  que han provocado que me haya sentido de muchas formas a lo largo de estos días, tanto buenas como malas, una especie de viaje en una montaña rusa en la que por momentos estás arriba, como instantes después abajo. A pesar de los momentos difíciles, ha sido un mes en el que bajo mi punto de vista he crecido personalmente, y en el cual estoy muy contento ya que muchas de las cosas de las que hemos estado hablando durante el curso, las he podido conectar con situaciones de todo tipo.

      Después de mi aventura por las tierras boloñesas (qué casualidad que compartiese ese destino tras aquél lejano post de “Sueño Boloñés”), he vuelto a casa y me he vuelto a encontrar con este pequeño espacio que con el transcurso de los meses se ha ido convirtiendo en muy especial para mí. Me he detenido para releer algunas de las entradas, y vuestros comentarios. Ha sido fantástico volver a estar presente en todos aquellos momentos, quitando en que ahora los he vuelto a reinterpretar desde todo el poso que ha dejado el curso. Leyendo y reflexionando, me he decidido a terminar aquello que empecé hace ya meses, de la manera que siempre deseé. Me sentía mal dejando este blog que tanto quiero con un final “a medias”. Me quedan cosas que decir y que compartir y ahora que dispongo de un poco más de tiempo, me voy a dedicar a ello.

     Por todo esto, y aunque me pase de la fecha límite de evaluación (para mí este blog va más allá de ser un apartado más de la asignatura de T.P.C.E.F.) vuelvo para despedirme como me gustaría. Por un lado quiero cerrar el diario de clase, terminándolo con las dos últimas clases del curso, el diario ha sido el bloque que más trabajo me ha llevado y quiero dejarlo completo. Cada una de sus entradas me transporta a las respectivas clases, y me servirá para que en un futuro recordar todo lo que hemos vivido. También quiero compartir con vosotros los últimos trabajos obligatorios que no publiqué en su día (libro “Mal de escuela”, redacción sobre la innovación, y el trabajo sobre las ideologías) y realizar la autoevaluación, el dibujo sobre cómo me veo en la E.F. y aquello que surja. Así que sólo queda ponerme en marcha, me queda trabajo por delante pero lo haré con la misma ilusión con la que empecé el curso.  En los próximos días iré publicando contenido. Un saludo a todos y felices vacaciones.

Os dejo con esta viñeta muy “a lo Pennac”: