sábado, 30 de abril de 2011

Mal de escuela (Pennac, 2007). Capítulo n.º 4

LO HAS HECHO ADREDE
No lo he hecho adrede.
      En las primeras páginas del capítulo, Pennac realiza un profundo análisis de la expresión “lo has hecho adrede”. Desmenuzándola poco a poco, palabra por palabra, va demostrándonos todos los prejuicios y juicios valorativos de carácter negativo que hay detrás de la expresión. El autor termina por afirmar que si esta frase se le va acuñando sistemáticamente a un alumno, a una clase a una generación, etc. puede derivar en un sentimiento de exclusión.
     Después, el autor comienza a describir cómo poco a poco ese sentimiento de exclusión acaba por atemorizar a aquellos que lo infunden. Veo adecuado el adjuntaros el párrafo que dedica Pennac a toda esta gente, vale la pena analizarlo frase por frase:

[…] ¡Cómo se retractan en cuanto olisquean lo incomprensible esos guardianes de la norma, cómo se desviven por resistir entonces, se diría que están solos ante una conspiración universal! Ese miedo a verse amenazados por lo que se sale del molde... ¡Ah, la ferocidad del poderoso cuando juega a ser víctima! ¡Del acomodado cuando la pobreza acampa a sus puertas! ¡De la pareja con todas las de la ley ante la divorciada rompematrimonios! ¡Del privilegiado que olisquea el desarraigo! ¡Del creyente que señala al descreído! ¡Del diplomado contemplando al cretino insondable! ¡Del imbécil orgulloso de haber nacido en alguna parte! Y eso vale también para el jefezuelo de suburbio oliéndose al enemigo en la acera de enfrente... ¡Qué peligrosos se vuelven los que han comprendido los códigos ante aquellos que no los dominan!
Incluso los niños deben desconfiar de ellos.  
 (Pennac, 2007: 171).

    Sí, parece ser que los que controlan a los excluidos les tienen miedo tal y como apunta Pennac. El autor continúa defendiendo esta idea, a partir de lo que escucha una mañana en la radio. Los locutores hablan sobre una película La escurridiza tipo Mal de escuela, inspirada en la escuela francesa de los suburbios. Al parecer se escandalizan, al hablar sobre cómo muestra la película a los adolescentes franceses, cuando probablemente la mayoría de personas que piensan y se sienten así, jamás  han tratado personalmente a chavales como los que aparecen en el film. Basta el poder mediático para sembrar el miedo y el terror.
     En las siguientes páginas, Pennac comienza a hablar sobre la jerga del pobre, el argot, que según él, en esencia no ha variado por el paso del tiempo y que es utilizada para ocultar algo al rico. En definitiva, es una forma de llamar la atención ante el olvido y el sentimiento de soledad. También afirma que cada palabra tiene su historia, y que éstas al ir evolucionando adquieren significados distintos. Pone el ejemplo de “bufón”, o “burgués” para reforzar su teoría.
     Este es el capítulo más corto del libro, pero no por ello el menos importante. En él el autor lanza la idea del miedo y terror que sienten muchos de los habitantes franceses, ante las personas excluidas socialmente por ellos mismos. En estas páginas el libro entra en una fase en la que se habla en concreto de la situación social y escolar en Francia. Situación que debido al contexto histórico es distinta a la nuestra, pero de la que podemos extraer algún tipo de parecido. En los siguientes capítulos siguiendo al autor, profundizaré más sobre ello.

viernes, 29 de abril de 2011

Mal de escuela (Pennac, 2007). Capítulo n.º 3

LO, O EL PRESENTE DE ENCARNACIÓN
Nunca lo conseguiré.

     Me ha costado entender el inicio del capítulo por  ya que no acababa de comprender lo que quería decir Pennac con el concepto del “Lo”, pero a medida que he ido avanzando he ido captando la idea que quería transmitir. Me ha gustado el capítulo ya que en él he podido conocer una pequeña parte de cómo enseñaba Pennac cuando era profesor. Tenía mucha curiosidad en saber su manera de dar clase después de haber leído en los anteriores capítulos y conocerlo un poco como persona. Aquí le conocemos un poco como profesor. En los siguientes párrafos comentaré algunos de los aspectos que toca.
     De los inicios de capítulo, lo que más me ha gustado es la reflexión que hace Daniel sobre lo que es “enfrentarse” por primera vez a una serie de alumnos para librarles del miedo y posteriormente en el día a día. Quiero destacar la certeza que tiene él sobre cómo involucrar a los alumnos en la clase, “la presencia de mis alumnos depende estrechamente de la mía: de mi presencia en la clase entera y en cada individuo en particular, de mi presencia también en mi materia, de mi presencia física, intelectual y mental, durante los cincuenta y cinco minutos que durará mi clase” (Pennac, 2007:111). Y no le falta razón, ya que yo he vivido (y sigo viviendo), situaciones en las cuales no logro entrar en la dinámica de la clase y estar físicamente en el aula y mentalmente en otro lugar. Normalmente se le recrimina al alumno por esto, pero como dice Pennac, también es responsabilidad del profesor el lograr involucrar al mayor número de alumnos posibles, y eso se consigue centrándose al 100% en todos los aspectos que menciona el autor en la anterior cita.
     Me ha resultado muy curioso el conocer cómo utilizaba Pennac el dictado para enseñar a sus alumnos. Como el mismo reconoce con asombro, muchos (incluido yo ya que lo viví en primaria y secundaria con mucho pavor), vemos el dictado como un método reaccionario y antiguo. A pesar de que sigo sin tenerle mucho aprecio al dictado, ha sido de gran gusto el conocer cómo introducía a los alumnos este método desde la improvisación para quitarle hierro al asunto. Cómo lo utilizaba para ir conociendo los distintos tipos de palabras, y posteriormente cómo los alumnos iban aprendiendo a razonar por ellos mismos y acabar corrigiendo los dictados de cursos superiores. Visto de esta forma, el dictado puede ser educativo y de provecho, pero cuando yo los hacía, no nos parábamos con detenimiento a reflexionar sobre cada una de las palabras, lo que le restaba valor de aprendizaje y terminaba siendo una nota más a la que todos temíamos. También veo interesantísimo la selección que realizaba Pennac sobre la temática de los dictados. Sirviendo estos para familiarizar a los alumnos con la literatura de calidad. ¿Por qué un niño de secundaria no va a poder razonar un texto de Montesquieu? Claro que sí, que se puede, pero siempre desde la aproximación y la razón y no desde la imposición y el temor.
     En la línea de lo anterior, también me ha gustado el tramo del capítulo en el cual el autor explica como enseñaba a partir del aprendizaje de textos. Hoy en día esto creo que ya no se hace, está desfasado. De hecho yo únicamente me aprendí un par de poemas de forma voluntaria,  no recuerdo que me mandaran aprenderme alguno de forma obligatoria. Me he quedado alucinado ante el tipo de textos que aprendían sus alumnos, textos que son complejos, pero que sin embargo, Pennac y sus alumnos los iban descomponiendo hasta lograr entenderlos. Comparto totalmente la idea de que el comprender ayuda al perder miedo al texto. Tengo que reconocer que me he quedado alucinado con la anécdota de la cena de bachillerato en la cual los alumnos hicieron un desafío de citas combinando fragmentos de distintos textos y recitándolos en orden inverso.
     En las páginas finales del capítulo, se nota el aprecio y amor que sentía Pennac por sus alumnos, muchos de ellos estudiantes como lo fue él, un alumno “especial”. Alumnos con pérdida de confianza, renuncia a cualquier esfuerzo, incapacidad de concentración, miedo, etc. Lo fundamental es que Pennac les demostraba que se preocupaba realmente por ellos, que eran sus alumnos y que no les abandonaría (recomiendo leer la página 143). También me ha gustado la reflexión que realiza sobre la conveniencia de no evaluar las respuestas absurdas, es algo que nunca me había planteado, como él mismo señala, “la respuesta absurda se distingue de la errónea en que no procede de ningún intento de razonamiento. Suele ser automática, se limita a un acto reflejo”. (Pennac, 2007:149).  Si un profesor acepta una respuesta absurda como errónea se anula como profesor, ya que deja realmente de preocuparse por el alumno.
     Para finalizar os adjunto los dos fragmentos que más me han gustado de este capítulo, creo que en ambos se muestran dos de los problemas principales de la enseñanza en las escuelas. El primero de ellos, Pennac compara la naturaleza de una clase con la de una orquesta. Me parece una metáfora fenomenal con la que me siento muy identificado y os invito a reflexionar a partir de lo que dicen las dos últimas líneas:

“Cada alumno toca su instrumento, no vale la pena ir contra eso. Lo delicado es conocer bien a nuestros músicos y encontrar la armonía. Una buena clase no es un regimiento marcando el paso, es una orquesta que trabaja la misma sinfonía. Y si has heredado el pequeño triángulo que solo sabe hacer ting ring, o el birimbao que solo hace bloing bloing, todo estriba en que lo hagan en el momento adecuado, lo mejor posible, que se conviertan en un triángulo excelente, un birimbao irreprochable, y que estén orgullosos de la calidad que su contribución confiere al conjunto. Puesto que el gusto por la armonía les hace progresar a todos, el del triángulo acabará también sabiendo música, tal vez no con tanta brillantez como el primer violín, pero conocerá la misma música.
[…] El problema es que queremos hacerles creer en un mundo donde solo cuentan los primeros violines.
[…] Y que algunos colegas se creen unos Karajan que no so portan dirigir el orfeón municipal. Todos sueñan con la Filarmónica de Berlín, lo que es comprensible...”
(Pennac, 2007: 115-116).
     El segundo fragmento también me ha dado mucho sobre qué pensar, además, he vivido situaciones muy similares a las que describe Daniel:

  
  “Sí, al escuchar el zumbido de nuestra colmena pedagógica, en cuanto nos desalentamos, nuestra pasión nos impulsa primero a buscar culpables. El sistema educativo parece, por otra parte, estructurado para que cada cual pueda designar cómodamente al suyo:
—Pero ¿en el parvulario no les han enseñado a comportarse? –pregunta el maestro de escuela ante unos chiquillos inquietos como bolas del «flipper».
—Pero ¿qué han hecho en primaria? –maldice el profesor de secundaria al recibir a sus alumnos, a quienes considera iletrados.
—¿Alguien puede decirme qué han aprendido hasta ahora? –exclama el profesor de instituto ante la propensión de sus alumnos a expresarse sin vocabulario.
—¿Realmente han ido al instituto? –se pregunta el profe de facultad al corregir sus primeros exámenes.
—¡Explíquenme qué coño hacen en la universidad! –berrea el industrial ante sus jóvenes empleados.
—La universidad forma exactamente lo que su sistema desea –responde un empleado, no tan tonto–: ¡esclavos incultos y clientes ciegos! Las grandes escuelas formatean a sus capataces, perdón, sus «ejecutivos», y sus accionistas hacen girar la manivela de los dividendos.
—Fracaso familiar –deplora el Ministerio de Educación Nacional.
—La escuela ya no es lo que era –lamenta la familia”.
(Pennac, 2007: 154).

jueves, 28 de abril de 2011

Sesión teórica n.º 22

 Valencia 11 de abril 2011:
     Al inicio de la clase, Pere nos ha contado que en la sesión de después de pascua, vendrá Víctor y Pepe Devís a hablarnos sobre cuestiones de género. Pere dará una sesión sobre introducción a los juegos de lucha en la asignatura de Pepe. Después de este aviso, nos hemos metido de lleno en el tema del currículum oculto que daremos por zanjado con la sesión de hoy.
     Pere nos ha preguntado que una vez sabido qué es el currículum oculto, cómo lo abordaríamos en las sesiones. Ha señalado que normalmente, un profesor se fija en lo que da en las clases, en lo que es nuevo. En ese tipo de situaciones a la hora de plantearlas te puedes anticipar y ver que tipo de situaciones se pueden dar si haces esto o lo otro, una anticipación consciente. Sin embargo, no nos fijamos tanto en las cosas que ocurren siempre igual, es decir, en las rutinas. Es en lo que ocurre día a día donde debemos de identificar el currículum oculto, ya que el conocer lo que pasa y actuar si es necesario, sería más positivo a repercutir durante el transcurso de todo el trimestre. Dicho esto, Pere nos ha mandado que pensásemos en pequeños grupos, en qué rutinas se suelen dar en E.F. y que señalásemos los aspectos ideológicos que podían estar detrás de ellas. Una vez transcurridos unos quince minutos, hemos realizado una puesta en común y las hemos ido comentando y analizando:
RUTINA
IDEOLOGÍA QUE HAY DETRÁS
Hacerse la mochila con el chándal
Deportivización/consumismo. ¿Por qué vamos en chándal a las clases? No hay intereses económicos detrás? ¿Hay prácticas deportivas que no requieran el uso de este tipo de material?
Cambiarse la ropa
Lo relacionamos con la higiene la salud. El salutismo. Muchas veces no somos conscientes de que el momento de cambiarse, produce una de las primeras comparaciones del propio cuerpo con el de los demás, y podemos estar machacándolos ideológicamente.
Formar filas
Autoritarismo. Viene a ser un mecanismo de control externo, vigilancia… que incluso puede ser utilizado por el profesor para perder tiempo en clase. Este tipo de currículum oculto (lo de hacer cosas para perder tiempo), es preocupante, ya que puede transmitir al alumno que la clase de E.F. no tiene ninguna importancia.
Pasar lista
Autoritarismo. Ídem a lo anterior.
Calentamiento y estiramientos
Rendimiento. Desde que somos pequeños se nos dice que es importantísimo calentar y estirar, pero realmente cuando uno va creciendo, fuera del contexto escolar ¿calienta y estira? En la mayoría de casos no. Entonces, ¿Por qué dedicamos tanto tiempo de las sesiones a esto, si luego no se realiza?
Lugar de realización de la clase
El lugar condiciona el tipo de clases que se van a realizar. Normalmente las aulas están asociadas a la teoría. El gimnasio a actividades de habilidades motrices, ejercicios de relajación, acrogimnasia… ideal para situaciones climatológicas adversas. Por último, nos solemos encontrar con el patio, que normalmente condiciona las clases a deportes de equipo. Hay una deportivización.
Materiales
Lo mismo que el punto anterior, pero aplicado al caso del material. Éste condiciona el tipo de clase que se da.
Organización metodológica
Los métodos de enseñanza tienen que ver con el currículum oculto. En este punto Pere nos ha dicho que sobre metodologías aprenderemos el año que viene, con el profesor que nos toque, ya que él no dará la asignatura de Diseño Curricular, al pasarse al grado.
El ser el mismo profesor
Cada profesor tienen una forma de ser distinto, lo que repercute a la hora de la forma de explicar e impartir las clase, de cómo se dirige a sus alumnos… y el tener a un mismo profesor durante todo un año crea rutinas. (la ideología oculta variaría en función de la forma de ser del profesor).
Forma de evaluar
Normalmente está enfocada al rendimiento, como la mayoría del sistema educativo.
Estrategias de escaqueo de los que no quieren hacer clase
Hay alumnos que tratan de evitar el hacer clase por algún motivo (porque se sienten mal, porque no les gusta, malestar físico…) y por ello, tratan de escaquearse de las clases, no trayéndose el material, fingiendo encontrarse mal… aquí es importante el cómo el profesor aborde esta problemática y el tipo de función que asigne a los que no hacen clase. Detrás de ello habrá algún tipo de ideología.


     Estas han sido alguna de las rutinas que hemos comentado, aunque hay muchas más. El profesor nos ha animado a continuar hablando sobre ellas por el blog.

     Con esto hemos cerrado lo del currículum oculto, y hemos abierto el nuevo tema, “Innovación y cambio en el currículum de E.F.”. Dentro de este tema hay tres conceptos claves: cambio educativo, renovación educativa y reforma educativa. Para empezar, Pere nos ha pedido una mini lluvia de ideas, sobre qué palabras nos venían a la mente al escuchar “innovación educativa”. Hemos dicho entre otras las siguientes:
·         Metodología, progresismo, evolución, mejora, tecnología, modernidad…
     De entre ello, Pere se ha querido detener en el de tecnología. Ha señalado que normalmente se suele establecer una relación fuerte entre “innovación” y “nuevas tecnologías”. Hoy en día se entiende por innovación en las aulas, el uso del power point, el aula virtual, los blogs… sin embargo, tal como vimos algunos en la asignatura “Proyectes i materials curriculars”, el que se usen materiales nuevos no tiene por qué significar un cambio en lo profundo. Muchas veces se cambia la apariencia, pero en realidad se está procediendo de igual forma que en el pasado (Por ejemplo: sustituir la lectura del libro de texto, por el leer las diapositivas del power point).
     En la línea de la innovación, hemos estado intercambiando ideas sobre la necesidad o no del cambio educativo en el contexto de la E.F. El qué podíamos considerar como novedoso. Hemos dicho que el utilizar deportes nuevos, como por ejemplo, el colpbol; el proponer contenidos nuevos (unidas de baile de salón, malabares), utilizar materiales alternativos… Pere ha continuado poniéndonos una diapositiva con el siguiente esquema:

     Por un lado, hemos pasado de la sociedad y cultura moderna inspirada a partir de la ilustración, a una sociedad y cultura postmoderna en la que han decaído los valores sociales. Si la sociedad cambia, también necesitamos que la escuela cambie, lo que ocurre, es que la sociedad cambia a una velocidad muchísimo mayor a la de la escuela. Ejemplo de la gran velocidad de cambio que nos envuelve es el fenómeno de Internet, un cambio tan revolucionario como en su día fue la imprenta de Gutenberg. Internet produce cambios al instante, y a lo mejor no tenemos los suficientes recursos para asimilar todos esos cambios.
     Pere ha querido cerrar la sesión con un par de fotografías de contraste y con un vídeo. Con ello nos ha querido demostrar cómo el utilizar las nuevas tecnologías puede aparentar el cambio, cuando en realidad seguimos haciendo lo mismo.
    La primera fotografía era la de una escuela viaja, lugar en donde el alumno encontraba la información que no podía encontrar en otro lugar. Ahora el alumno puede obtener toda la información que quiera por su cuenta. Fijémonos en las fotos, ¿la disposición no es la misma?

     El otro contraste de imágenes lo ha realizado comparando una imagen de una clase directiva de gimnasia sueca con alguna clase de entrenamiento muscular colectiva (en este caso de body pump).


     Como se puede apreciar, cambian los materiales, pero no la metodología. Por último, inserto el vídeo que hemos visto en clase que ha terminado de convencernos de lo que nos decía Pere:
                          

Opinión de la sesión: 
     Ha sido una clase más participativa que la anterior. Durante la primera parte creo que hemos cerrado bien el tema del currículum oculto con lo de las rutinas, uno no es consciente de la gran cantidad de hábitos y rituales que repetimos día a día, hasta que no piensa en ello.
     El tema de la innovación me resulta familiar, ya que con Pere hace dos años estuvimos reflexionando sobre los materiales curriculares que son nuevas tecnologías y sobre que lo realmente importante no es que sean modernos, sino que cambie el uso que realizarnos de ellos. En ese sentido recomiendo la lectura que leímos en su día de Jaume Carbonell, La aventura de innovar. Estoy convencido que en las próximas sesiones voy a disfrutar mucho debido a que la temática me atrae.

miércoles, 27 de abril de 2011

Mal de escuela (Pennac, 2007). Capítulo n.º 2

DEVENIR
Tengo doce años y medio y no he hecho nada.

     Me ha parecido un capítulo fantástico, esta vez no he tenido que acudir rápidamente a mi teclado para expresar mis sensaciones. Lo que he hecho ha sido irme a correr, actividad que siempre me ayuda a poner en orden mis pensamientos. Dentro de este capítulo he encontrado varias temáticas que voy a ir descomponiendo en los siguientes párrafos.
     El capítulo comienza con el espíritu del anterior, Daniel sigue hablando de sentimientos, solo que esta vez se refiere a los padres. La descripción de los distintos tipos de madres que realiza el autor a raíz de sus experiencias vividas me parece genial. Muchas veces nosotros no somos conscientes de cómo lo pueden estar pasando realmente nuestros padres, nos parecen que exageran, que están desfasados, que son unos pesados… y sin embargo, normalmente toda esa preocupación viene precedida del amor que sienten por nosotros. Eso sí, es cierto que si no se sabe canalizar esas preocupaciones de la forma adecuada, acabe suponiendo más presión para el niño, que unida a la que pueda estar sufriendo en la escuela, supone una losa todavía mayor que lo condena si cabe, más.
     Es cierto, el devenir, el futuro, es motivo de preocupación para los padres. Ellos desean una vida mejor para nosotros, mejor que la que ellos tuvieron en su día, en definitiva, quieren lo mejor para nosotros. El problema de todos esos proyectos que diseñan cual mejor arquitecto desde que nacemos, es que no sean realistas, o que no sean lo que realmente quiere un niño. Esto lo encontramos mucho en el mundo del deporte. Padres que ya se ven como mánagers de futuros Rafas Nadals, Pau Gasoles, y Mesis y que acaban quemando a sus hijos con tanta presión. Encima, si luego el niño no logra llegar a esas metas (cosa muy frecuente), y le enviamos mensajes negativos y apocalípticos tipo los que señala Pennac, como “no llegarás a nada” “nunca lo conseguirás”, etc. acaba por frustrarse y sentirse peor. De ahí a que esté de acuerdo con el autor, en que muchas veces lo mejor es esperar, dejar que el niño vaya madurando, hay ocasiones en las cuales el que pase el tiempo es la mejor solución, mientras se le apoye y se le dé mensajes positivos. Para terminar con esta idea, cito uno de los fragmentos del capítulo: “Algunos chicos se persuaden muy pronto de que las cosas son así, y si no encuentran a nadie que los desengañe, como no pueden vivir sin pasión, desarrollan, a falta de algo mejor, la pasión del fracaso”. (Pennac, 2007:53).
     No son solo pueden ser los padres y profesores quienes mandan mensajes negativos a los niños, sino como también apunta Daniel, toda la sociedad en sí. De ahí que me haya encantado la metáfora que utiliza el autor de la cebolla. Los alumnos llegan a las aulas cargados de capas de mensajes negativos, (miedo, pesadumbre, deseos insatisfechos, mentiras…), que les impide ser ellos mismos en clase. De ahí que el profesor tenga que “desnudar” al alumno y quitarle esa carga, y cito de nuevo un fragmento del libro, ya que lo veo muy recurrente y necesario: “Es difícil explicar, pero a menudo solo basta una mirada, una palabra amable, una frase de adulto confiado, claro y estable, para disolver esos pesares, aliviar esos espíritus, instalarlos en un presente rigurosamente indicativo”. (Pennac, 2007:60).
     El profesor no debería ser la única figura que ejerciera la idea anterior, pero el que otros ámbitos (familia, estado, medios de comunicación…) eludan de  sus respectivas responsabilidades, no quiere decir que el profesor pase de ello. El niño no puede ser como dice Pennac, una “patata caliente”, que pase de unos a otros sin que nadie la coja y acabe por los suelos. Hay que cogerla, quemarse un poco si hace falta y ayudarle. En ese sentido, me ha encantado conocer cómo un profesor de de francés le salvó. Fíjate tú, Daniel descubrió su pasión, aquello que le llenaba, gracias a que a un docente se le ocurriera mandarle algo distinto al resto. Los seres humanos somos diferentes, por ello, no pasa nada si en momentos puntuales un profesor manda trabajos distintos a sus alumnos. No son agravios comparativos, sino escuchar y llegar a entender a las personas y darles aquello que necesitan. Daniel descubrió su pasión por la lectura y por la escritura, que terminó desembocando por la necesidad de enseñar. ¡Qué hermoso trinomio ese de Leer-escribir-enseñar! No me extiendo más en este punto, para conocer más a Daniel, y su pasión por los libros, tengo que volver a recomendar la lectura de Cómo una novela, ¿Todavía no lo habéis leído?
     Al final, como señala Pennac, “se llega”, uno se apaña con lo que es y acaba llegando algún lugar. En su caso,  maestro y novelista. La parte final del capítulo la dedica a rememorar episodios de encuentros con ex alumnos. Ha sido una parte muy entrañable, ya que muestra cómo a pesar de que por su vida pasasen miles y miles alumnos, perdurará siempre en su corazón el recuerdo de la esencia de ellos, y en los chavales ahora ya mayores, también perdura el recuerdo de un buen profesor. Esa puede ser una de las gratas recompensas de un docente, tener la posibilidad de dejar huella (en sentido positivo) en personas. Dicho esto, me vuelvo a la cama a por el próximo capítulo…

martes, 26 de abril de 2011

Mal de escuela (Pennac, 2007). Capítulo n.º 1

    Hoy he comenzado la lectura de Mal de escuela, y siguiendo el ejemplo de Pablo, José Vicente Cañamás y Robert, utilizaré este espacio para destacar todo aquello que me llame la atención y quiera compartir con todos vosotros.

EL BASURERO DE DJIBUTI
Estadísticamente todo se explica,
Personalmente todo se complica.

     Tengo que reconocerlo, Daniel ha vuelto a sorprenderme. Después de que hace poco leyera su libro Como una novela (leerlo en cuanto podáis), he vuelto a sonreír leyendo su prosa desenfadada, directa, rápida y sincera. El hecho de que hable en primera persona ayuda a que el lector sienta empatía con el escritor, incluso he llegado a sentirme identificado en algún momento, a pesar de que académicamente yo no fuese un zoquete (cosa que en otros ámbitos sí).
     En este capítulo el autor nos zambulle en sus inicios como “mal alumno”, y narra su experiencia contando sus sentimientos como alumno y como hijo. No voy a ponerme a citar fragmentos, ya que mis compañeros han realizado una muy buena selección (pasaros por sus blogs) y además inundaría este post con miles de ellos ya que me han gustado muchos. Sin embargo, quiero hablar de los sentimientos vive un zoquete y que aparecen a lo largo del capítulo: miedo, dolor, incomprensión, nulidad, soledad, vergüenza, huir, confusión, necesidad de ser aceptado, humillación, decepción, odio, necesidad de afecto… Sin haber estado en aquella charla de Víctor y Robert (me hubiese encantado estar), me imagino por donde van los tiros… este es un libro que se adentra en donde otros muchos se dan la vuelta, como ya avisa Pennac en la contraportada de su libro. Éste toca desde un punto de vista personal y humano la otra cara de la moneda, aquella que no vemos. Siempre hablamos de los “malos alumnos” diciendo que si no estudian lo suficiente, que si son unos vagos, que no sirven para nada… detrás de todas estas afirmaciones hay personas, humanos que sienten y que pueden estar padeciendo… no puedo seguir escribiendo más ya que quiero irme a seguir leyendo, he hecho un pequeño parón porque necesitaba escribir y ordenar mis pensamientos… me parece un libro genial para que lo leyeran todos los docentes, éstos tienen en sus manos el poder rescatar alumnos desorientados o incomprendidos. Os dejo con toda una página del primer capítulo que en mi opinión, es la esencia del mismo:
     “A todos los que hoy imputan la constitución de bandas solo al fenómeno de las banlieues, de los suburbios, les digo: tenéis razón, sí, el paro, sí, la concentración de los excluidos, sí, las agrupaciones étnicas, sí, la tiranía de las marcas, la familia monoparental, sí, el desarrollo de una economía paralela y los chanchullos de todo tipo, sí, sí, sí... Pero guardémonos mucho de subestimar lo único sobre lo que podemos actuar personalmente y que además data de la noche de los tiempos pedagógicos: la soledad y la vergüenza del alumno que no comprende, perdido en un mundo donde todos los demás comprenden.
Solo nosotros podemos sacarlo de aquella cárcel, estemos o no formados para ello.
Los profesores que me salvaron —y que hicieron de mí un profesor— no estaban formados para hacerlo. No se preocuparon de los orígenes de mi incapacidad escolar. No perdieron el tiempo buscando sus causas ni tampoco sermoneándome. Eran adultos enfrentados a adolescentes en peligro. Se dijeron que era urgente. Se zambulleron. No lograron atraparme. Se zambulleron de nuevo, día tras día, más y más... Y acabaron sacándome de allí. Y a muchos otros conmigo. Literalmente, nos repescaron. Les debemos la vida”.
 (Pennac, 2007:36).

lunes, 25 de abril de 2011

¡Indignaos! (Hessel, 2010).

     Hace apenas una semana comencé y terminé de leerme (pues como todos ya sabemos el libro es cortito), el panfleto de Stéphane Hessel ¡Indignaos! El motivo de haber esperado tanto para tenerlo entre mis manos es el ser presa de una dilatada agenda que me impide disfrutar plenamente de una de mis pasiones, la lectura. Lo anterior que no parezca una excusa ya que siempre se puede sacar tiempo para leer, (os recomiendo la lectura del libro Como una Novela, de Daniel Pennac), pero pensé en que le sacaría más partido leyéndolo durante estas fechas que en plena vorágine de curso.
     Antes de que sigáis leyendo, quiero recomendaros la lectura de dos entradas y de los respectivos comentarios, que realizaron sobre el libro dos compañeros, Pablo y Elena. En ellas reflexionan sobre el contenido del libro y sobre lo que les hizo pensar. También quiero recomendar dos entradas del blog de Gonzalo Monfort: “Los jóvenes no tienen ilusión (1ª parte)” y “Los jóvenes no tienen ilusión (2ª parte)” ya que a pesar de que no hablan sobre el libro, creo que nacen en parte (corrígeme si me equivoco Gonzalo), de la lectura del mismo por parte de su autor, o al menos, tienen algo del mensaje de Hessel en sus líneas. También sería recomendable que escuchaseis el programa de la Ser y vieseis el reportaje de Informe Semanal dedicados Hessel y su mensaje en el caso de que no los hubieseis visto (encontraréis un acceso a ambos arriba a la derecha de mi blog).
      El libro me ha dejado con sensaciones muy distintas. Por un lado coincido con Pablo en que me esperaba más de él. Quizás haya sido motivado por la gran publicidad que le dimos en clase, y a las grandes expectativas depositadas en él. Más de una vez me ha pasado algo parecido al crear unas expectativas muy altas que han provocado que algo me gustara menos de lo que lo hubiera hecho si no hubiese conocido previamente. Y digo esto porque a pesar de que el autor se dirige a nosotros, los jóvenes, pensaba que el mensaje de Hessel iba a ser más próximo a nuestra realidad, que iba a sentir una mayor empatía con su mensaje, que conectaría más con nosotros.
Recomiendo que veáis la película: V de Vendetta
     Por otro lado tengo que reconocer que Hessel sí que ha conseguido que reflexione y que me replantee muchas de las realidades aceptadas que me envuelven, y en ese sentido, creo que la obra sí que cumple con su propósito, el de generar autocrítica y el de decir basta ya. Pero claro, veo complicado que los jóvenes nos manifestemos de forma clara por el fin de los abusos del capitalismo, como señala Stéphane, los medios de comunicación nos tienen anestesiados, y publican aquello que les interesa a los que realmente tienen el poder, los dueños del dinero. Ejemplo de ello es que durante estos últimos meses se nos saturara con información de las revueltas de Egipto, Libia y demás países Africanos (cosa que ya tocaba), y sin embargo, casi nada se hablase de la única revolución pacífica que se produjo en Europa y que dijo basta a los abusos del capitalismo llegando a tener éxito, echando de sus puestos a muchos de los verdaderos responsables de la crisis, que en el resto de países se han ido de rositas. Me estoy refiriendo al caso (como alguno ya habrá podido deducir), de ISLANDIA. Por si alguno no se ha enterado de lo que ha ocurrido y está ocurriendo (gracias al ocultamiento por parte de los medios de comunicación), os dejo a continuación unos cuantos links por si queréis conocer cómo los ciudadanos de esa lejana pequeña isla se INDIGNARON y lograron decir basta ante tanto abuso. Lo que ha pasado allí debería de ocurrir en más países, pero es complicado, nos tienen controlados, por eso, libros como éste son tan necesarios hoy en día. ¡GRACIAS!

Enlaces con información de lo ocurrido en Islandia:
·   Link 1, Link 2, Link 3.
Estas son las frases del libro que más me han hecho reflexionar:
·  “El dinero y sus dueños tienen más poder que los gobiernos”.
·   “Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas”.
·   “Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero”.
·   “Buscad un poco, encontraréis”. La peor actitud es la indiferencia, “paso de todo, ya me las apaño”. Perdemos la facultad de indignación”.
·    "Desafortunadamente, la historia da pocos ejemplos de pueblos que saquen lecciones de su propia historia".
·    “Estoy convencido de que el porvenir pertenece a la no violencia, a la conciliación de las diferentes culturas”.
·    “Apelamos todavía a una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo de masas, el desprecio hacia lo más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”.
·   “Decir <<la no violencia no es eficaz>> es harto más relevante que saber si se debe condenar o no a quienes se entregan a ella”.
     Después de haber leído el libro y haber dejado pasar unos días para la reflexión, lo retomé para repasar todo aquello que había marcado y me quedé pensativo con el siguiente fragmento:

“A los jóvenes, les digo: mirad a vuestro alrededor, encontraréis los hechos que justifiquen vuestra indignación-el trato a los inmigrantes, a los sin papeles, a los gitanos-. Encontraréis situaciones concretas que os llevarán a emprender una acción ciudadana fuerte. ¡Buscad y encontraréis!”

     Como me considero joven, realicé aquello que Hessel me había pedido, el buscar situaciones que de verdad me indignasen. A continuación mi lista de cosas que me indignan:
     Las Guerras provocadas por invasiones con intereses económicos detrás, de Afganistán, Irak, Libia…, El que los países “desarrollados”, se lucren vendiendo armas a países “subdesarrollados” para que se maten entre ellos y que luego esas mismas armas maten a sus propios soldados, que los verdaderos culpables de la crisis se libren de todo y que sigan ganando un dineral, que la distancia entre ricos y pobres cada día es mayor, los fanatismos religiosos, la hipocresía de la iglesia católica, la corrupción e inoperancia de los políticos (de todos los partidos), la energía nuclear, la caza furtiva de animales, que estemos destruyendo nuestro planeta cortando sus árboles, contaminando sus ríos y mares, el aire que respiramos… y que a pesar de que sepamos que ponemos en peligro nuestra existencia, sigamos como si no pasase nada…, el que haya millones de personas que no tengan nada para comer y que en cambio otros derrochen, que no todo el mundo tenga un acceso a la vivienda,  a una educación universal, a una vida digna, que siga habiendo intolerancia entre las distintas razas, que sigan habiendo discriminaciones de género, que el deporte espectáculo ocupe todo y no se hable de las otras prácticas deportivas o de actividades físicas, que nos sigan considerando a los de E.F. por debajo de otros campos de estudio, que la escuela y profesores estén solos ante tantos problemas, que hayan padres que pasen de sus hijos, que la juventud esté anestesiada, que no luche, que no esté activa, etc.
     Esta es mi lista, que seguro que diferirá de la vuestra, os animo a que realicéis una reflexión similar y que busquéis a vuestro alrededor… ¡identifiquemos aquello que nos indigna!

sábado, 23 de abril de 2011

Sesiones prácticas n.º 21 y 22

Valencia 5 y 12 de abril 2011:

     He decidido juntar estas dos sesiones prácticas, ya que durante estos dos días hemos estado trabajando por grupos de trabajo en el artículo sobre las ideologías en el deporte. Yo he dedicado ambas clases a ir analizando los periódicos que tenía, mientras que le iba preguntando a Pere las dudas que me iban surgiendo. También me ha ayudado el grupo de Luis, Salva y Jose Luis, a la hora de enseñarme cómo estaban ellos realizando el trabajo (también analizan prensa deportiva).
     El principal problema con el que me he encontrado es cómo cuantificar las noticias, ya que algunas de ellas ocupan páginas enteras, y otras son breves de unas escasas 10 líneas. Si cuantifico por n.º de noticias, el proceso de registro de datos es más sencillo, pero sin embargo, pierdo objetividad, ya que las noticias son distintas en función del tamaño. A la hora de sacar datos, he decidido para simplificar, realizarlo por páginas. Así podré averiguar fácilmente qué deportes tienen una mayor atención mediática de forma directa. También contaré las líneas en aquellas noticias más pequeñas que ocupen menos de ½ página.
      Paralelamente al trabajo estoy realizando un mural en el cual trato de que quede plasmado de una forma clara todo lo que es la ideología de la “futbolitis” en España. He quedado con Pere en que lo enseñaré a mis compañeros el primer día de prácticas al volver de las vacaciones.
Opinión de las sesiones:
     No tengo mucho que decir acerca de las mismas, ya que han sido de trabajo “puro y duro”. Me han servido sobre todo para acabar de orientar el trabajo y para resolver algunas dudas a la hora de la toma de datos.